Uno de ellos, llamado iPrEx, se llevó a cabo con 2,499 hombres gays, con comportamiento de “alto riesgo”,  otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, y un pequeño número de mujeres trans. El estudio internacional tuvo sede en los Estados Unidos, Perú, Ecuador, Brasil, Tailandia y Sudáfrica.

 

A los participantes en el iPrEx se les dio de manera aleatoria Truvada o un placebo, además de consejos para la reducción del riesgo de contraer el VIH, condones y apoyo a la adherencia (la toma diaria) para todos.

 

Cuando los investigadores del iPrEx compararon las tasas de infección del VIH en todos a los que se les asignó el Truvada — bien sea que lo hubieran tomado o no — el riesgo de infección fue un 42% más bajo que en los que habían tomado el placebo. Aunque los participantes declararon haber tomado la mayoría de las dosis, los niveles celulares del medicamento en las muestras de sangre contaron una historia diferente. De hecho, menos de la mitad de aquellos a quienes se les midió los niveles de la droga, tenían niveles detectables del medicamento en la sangre. Es decir no tomaban la PrEP como se le había indicado. Quedó claro que el secreto de la eficacia no esta solo en la droga sino en su toma diaria.

 

Esto llevó a los investigadores a observar el grado de eficacia solo en quienes tenían un alto nivel del medicamento en la sangre, lo que indicaba que habían tomado la dosis diaria o casi diariamente. En este grupo se encontró que las tasas de transmisión del VIH se redujeron en por lo menos un 90%.

 

Este hallazgo tiene dos implicaciones: La primera, es que cuando se toma adecuadamente, el Truvada tiene un alto grado de eficacia. La segunda, ha sido un poco más aleccionadora, y es que las personas pueden tener grandes retos con la adherencia (la toma sistemática y adecuada de un medicamento) y que es posible que requieran formas de apoyo especialmente diseñadas para evaluar su uso diario y ayudar a sortear cualquier obstáculo que se presente.

 

El segundo estudio fue muy diferente en varios aspectos. Ese estudio, llamado, Partners PrEP, se realizó́ en 4,758 parejas heterosexuales en las que uno de los compañeros era VIH positivo y el otro VIH negativo, lo que comúnmente se conoce como una pareja serodiscordante. Todos los participantes fueron reclutados en Kenya o en Uganda.

 

En general, los investigadores del Partners PrEP encontraron que a quienes se les asignaba tomar Truvada tenían un 75% menos de probabilidades de infectarse con el VIH. El Truvada ofreció iguales niveles de protección tanto a los hombres como a las mujeres. Al igual que en el iPrEx, los investigadores del Partners PrEP observaron los niveles del medicamento,  utilizando análisis de sangre. Aquellos con niveles sustanciales de Truvada en la sangre vieron reducirse su riesgo de contraer el VIH en un 90%.

 

Debido al alto grado de éxito en el estudio Partners PrEP, existen buenas razones para creer que la PrEP puede ser igualmente eficaz para las mujeres, si se la toma regularmente.

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