Para quienes dimos la lucha por el acceso a tratamiento en los 90[1], nos parece alucinante que haya un movimiento de (algunas) personas de la sociedad civil, de las poblaciones clave y viviendo con VIH, que inviertan tanta energía en frenar el acceso a la PrEP en Argentina. Por ahora, anulando cualquier posibilidad de debate. Es una cruel paradoja.
En la región de América Latina, tristemente, Argentina se encuentra entre los países que lideran la “Santa inquisición” anti-PrEP. ¿Qué no hacemos para llamar la atención?
Este grupo de personas, en su mayoría de nuestro movimiento de personas con VIH, han decidido oponerse, con particular empeño, a que las personas que (por ahora) son VIH negativas, sigan siéndolo. Anteponiéndose a la implementación de un efectiva intervención, la PrEP. Es decir, que se atribuyen la potestad de frenar medidas preventivas efectivas.
Sobretodo viniendo de un país, donde si no hay más personas con VIH en tratamiento, no es por falta de recursos, sino por el limitado alcance de los programas, y proyectos en movilizar a más personas a realizarse la prueba.
Entre las mujeres trans y varones gays y bisexuales encontraremos el numero mayor de personas con VIH que desconocen su estado, como también, el número mayor de personas que (si no tienen VIH) se expondrán al virus en las próximas semanas, meses y años. Basta ver los datos de la composición de los diagnósticos tardíos de países como Argentina, para entender de donde provienen las personas que llevan años viviendo con VIH y no lo saben, e incluso se enferman de infecciones relacionadas contra el SIDA. Todo esto evitable. Además, un país con un marco regulatorio y una práctica en la compra de medicamentos, con el acceso a los genéricos, que podrían seguir asegurando precios bajos y una provisión sostenible.
Si todas la personas con VIH, independientemente de sus CD4 o Carga Viral, reciben tratamiento, éstas, además de vivir más y mejor, no tienen posibilidad alguna de exponer a otra persona al virus. Esto es un beneficio secundario para la prevención, pues lo importante es no enfermar. Una personas en tratamiento con carga viral indetectable, no transmite el virus y ésta son campañas que se han lanzado en diversos países, lideradas por el movimiento de PVVS, por ejemplo, la campaña U=U de PAC. ¿De qué las vamos acusar? ¿de medicalizar la respuesta?
Si un porcentaje muy alto de personas sin VIH o seronegativas, acceden y utilizan en forma adecuada la PrEP, es absolutamente improbable que adquieran el VIH, en un relación sexual sin protección. Por ello, un numero significativo de organizaciones LGTBI y de VIH en la mayoría de los países de la región y el mundo, están abocadas a luchar por el acceso a la PrEP. Y a seguir promoviendo el uso del condón.
Tiene tanto derecho a acceder al tratamiento antirretroviral una persona con VIH, como tiene derecho a acceder a la PrEP una personas sin VIH. ¿Quién quiere jugar a "Dios y decidir por el prójimo"? ¿Cuál es la motivación de estos comportamientos? Lo menos, responde a una actitud paternalista, donde unos pocos consideran que pueden decidir por el resto.
Ni las personas indetectables, ni las personas en PrEP, si no usan preservativos, estarán protegidas de las ITS. Incluso algunas ITS son transmisibles independientemente del uso del condón. Por ello, las recomendaciones son clara: tanto las personas con VIH, indetectables, como las VIH negativas en o sin PrEP, deben seguir utilizando preservativos.
La realidad demuestra, científicamente, que casi la mitad de las personas no usan en forma consistente el condón, independientemente de su serología de VIH. Por eso, nadie piensa en abandonar el trabajo en ámbito del cambio de comportamientos. También, hay un puñado de irresponsables, que en la era del PrEP, promueven el sexo sin preservativo, portavoces tan preocupantes como los anti-PrEP.
En 1996, muchos no estuvieron a favor del tratamiento, pues diezmaría el presupuesto nacional. Argumentos similares se utilizan hoy para demorar la implementación de la PrEP en Argentina.
La principal barrera para el acceso a la PrEP, son un grupo de personas, algunas que representan organizaciones de la sociedad civil y otras su parecer personal. Estas serán las responsables, participes necesarias, para que en el país tardemos en bajar el número de nuevas infecciones, como ya sucede en algunas partes del mundo. No nos confundamos, cuando hoy se informa que en algunas ciudades del mundo el porcentajes de infecciones evitadas, pensemos también, en el numero de infecciones que no se evitan. Hay un costo humano y sanitario de la oportunidad (perdida).
Cuando alguien sostiene un cartel que dice “No a la PrEP”, a modo de escrache público, anula el debate entre colegas, a los que podríamos considerar, bien intencionados, hasta que demuestren lo contrario. Construyen castillos de conspiraciones versallescas en el aire, con hambre de polarizar y abrir una grieta en torno a la PrEP. Esto resulta un mecanismo peligroso, tan nuestro, de llamar la atención e imponer ideas. Informémonos, leamos y discutamos responsablemente, más allá de las posturas individuales. Empoderemos y eduquemos a las comunidades para decidan como vivir y cuidarse. En nuestro país no se criminaliza desde el Estado, nada relacionado con el VIH, por ello nadie será obligado a tomar el tratamiento o la profilaxis. Por el contrario, nuestra Constitución, reconoce el derecho a la salud para tod@s, y la prevención es parte de ella.
[1] Incluyendo las leyes y resoluciones del Plan Médico Obligatorio, Obras Sociales, Pre-pagas, Genéricos, entre otros.